El día de hoy fue difícil levantarme.
Fue difícil salir de cama y recordar que vivir no es lo mismo que existir; aunque ambos, en estos momentos, suenan como la tarea más complicada. El frío fue buen pretexto para no salir de cama inmediatamente.
Estar en Metepec visitando a mi hermano ha sido de gran ayuda para mi salud mental, estoy segura que no soy la única disfrutando de la compañía.
Hoy sentí que me daría por vencida, que me quedaría en cama hasta que mi hermano regresara del trabajo, pero mientras revisaba mi agenda me di cuenta que con los cambios que he hecho en mi vida, la constante terapia y otros factores; los días malos han disminuido considerablemente.
Después de llorar y lograr tranquilizarme, de recordar que me encuentro aquí. No aquí en toluca, sino aquí, con mayor paz mental y más días buenos que malos, aquí… dando mi mayor esfuerzo, aún cuando mi mayor esfuerzo puede ser sólo salir de cama…
He aprendido a abrazar mis debilidades, a valorar los días malos así como los buenos, a no ahogarme en problemas (que muchas veces no existen), aprendí que tratarse a una mismo con cariño en vez de estar en una constante guerra con nuestra mente es más efectivo y diez veces más difícil. Que no importa el lugar, yo debo estar viviendo el ahora. No en depresión, no con ansiedad, sólo estar.
Donde sea que esté, ahí estoy.